El secreto de la piel perfecta está en la cocina, le contó Victoria Beckham al diario «The Edit»
Ella consigue tener un cutis envidiable comiendo salmón a diario, por instrucciones de uno de sus dermatólogos favoritos en Los Ángeles, el Dr. Harold Lancer.
“Lo como todos los días ya sea en el desayuno, la comida o la cena. Dentro de mi dieta incluyo un poco salmón pues es beneficioso para la piel por su alto contenido de omega-3, que lo tiene también el resto de pescados azules”, dijo.
El Dr. Perricone, dermatólogo experto en nutrición y quien es muy famoso por su plan de alimentación anti edad -o dieta de los 28 días-, la cual usan muchas celebridades al rededor del mundo, recomienda tener el salmón como estrella principal de la dieta para lucir una piel bella y radiante.
Consiente tu cuerpo y tu piel comiendo dos veces a la semana este alimento… ¡que también te levantará el ánimo!
El salmón es un súper alimento, pues es uno de los pescados con menos grasas saturadas y más contenido de ácidos grasos omega-3. Pertenece a la categoría de los llamados “pescados azules”, que son muy saludables, porque contienen vitaminas, proteínas y omega-3; este último tiene como principal beneficio ayudar a la salud del corazón.
El omega-3 es un tipo de grasa que no podemos producir nosotras mismas, pero que al consumirlo nos aporta innumerables beneficios. Entre ellos están:
Firmeza para tu piel:
El salmón es rico proteínas de alta calidad, por lo que su consumo de forma habitual te permitirá presumir de una piel firme, pues evita la flacidez de la misma.
Nada mejor que las proteínas que contiene el salmón a la hora de mantener la tonicidad de la piel. Además evita que pierda colágeno y elástina, ayudando a preservar el volumen y el brillo de un cutis saludable.
Algunos especialistas sugieren que ningún alimento vegetal puede sustituir la proteína que ofrecen los productos animales. Si eres de las que creen en esto, procura mantener el salmón en tu dieta.
Brinda protección solar:
Una investigación de la Universidad de Manchester, en Reino Unido, encontró que consumir omega-3 ayuda a contrarrestar los efectos negativos del sol en la piel, e incluso ayuda a prevenir manchas solares y el melanoma o cáncer de piel.
Además, se considera una fuente importante de astaxantina (el carotenoide que le da el color rojizo al salmón), que es considerado un antioxidante más potente que la vitamina C y que puede reparar los daños provocados por los rayos ultravioleta. Dejando de lado los beneficios que aporta de adentro hacia afuera, cuando consumes salmón, lograrás un bronceado más parejo y natural.
Es antioxidante:
El salmón contiene vitaminas A y E que ayudan a combatir los radicales libres que, como sabemos, son una de las principales causas de envejecimiento prematuro de la piel. Si quieres tener una tez suave y sin nada de arrugas debes incluir el salmón dentro de tu alimentación diaria.
Combate la depresión:
Un estudio realizado por la Eastern University de Kuopio, en Finlandia, afirma que los omega-3 contribuyen a regular los niveles de serotonina, un neurotransmisor que tiene la capacidad de mejorar el estado de ánimo, regular el apetito y estimular la memoria. Para tener el cabello, los ojos y la piel brillantes y saludables:
Los ácidos grasos omega-3, junto con el selenio, que también se encuentra en el salmón, ayudan en esta labor.
Consumir 110 gramos de salmón silvestre te proporcionan la cantidad diaria completa requerida de vitamina D. Esa misma cantidad de salmón también te aporta más de la mitad de la vitamina B12, la niacina y el selenio recomendada para una nutrición diaria balanceada. Además, de esos 110 gramos de salmón, casi 30 son de proteínas… ¡y eso es más de la mitad de la cantidad recomendada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés)!
Además, los ácidos grasos del salmón ayudan a disminuir los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre, tienen efectos antiinflamatorios y anticoagulantes, reducen el riesgo de enfermedades del corazón y mejoran el metabolismo.
Ahora ya lo sabes: el salmón es todo un tesoro que pasa de la mesa a tu paladar y cuando empieces a consumirlo con regularidad, verás cómo tu piel y tu salud te lo agradecerán.